Berlin ist in Deutschland
- Alexander Jasso
- 21 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Cometemos errores, que siempre tendrán consecuencias y de alguna forma tenemos que pagar esos errores. Somo humanos que aprendemos de esos errores, depende de nosotros no cometerlo dos veces de nuevo, aceptar la nueva oportunidad que la vida nos da para seguir con nuestra vida.
Tal es el caso de nuestro protagonista de la recomendación del día de hoy, que perdió varios años de su vida encerrado, sin poder ver los cambios que sucedían en su país; cuando sale no puede adaptarse a esos cambios de su entorno; pero no se da por vencido y decide enfrentar la vida y a luchar por estar con su hijo.
Después de once años de haber sido condenado por homicidio involuntario, el antiguo ciudadano de la República Democrática Alemana Martin Schulz es puesto en libertad. En la Alemania reunificada, que solamente conoce por televisión, no se encuentra a gusto, y su familia se ha hecho extraña para él. Manuela, su esposa, se ha liado con Wolfgang, y el hijo que tienen en común, Rokko, de once años, no lo ha visto Martin desde hace años. El deseo de Martin de pasar el mayor tiempo posible con su familia, choca con la oposición de Wolfgang, que mira al ex-convicto con recelo y escepticismo.
Mientras tanto, Martin se reúne algunos de sus viejos amigos, incluyendo a su ex compañero de prisión Enrique, que trabaja ahora como taxista. Martin también decide convertirse en taxista y se prepara con la ayuda de Manuela para el examen de admisión. Además, tiene un trabajo en el sex-shop de su ex compañero de prisión Víctor. Con el dinero que gana allí quiere llevar a su hijo de vacaciones. En secreto sueña con recuperar a Manuela.
Al principio todo parece ir bien, pero Martin se entera de que no le está permitido a causa de su condena anterior realizar la prueba de admisión para taxista. Su sueño se hizo añicos, Martin está absolutamente desolado. Poco tiempo después, es detenido por actividades ilegales, relacionadas con negocios de pornografía infantil de Víctor. En el último momento, Victor, que había huido, se entrega a la policía, para impedir que su amigo regrese a prisión.
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